Woody Allen ha vuelto a pronunciar su inocencia en su primera entrevista para la televisión estadounidense en casi 30 años. El director ha repetido que nunca abusó de su hija Dylan Farrow y que el escándalo fue orquestado por una Mia Farrow vengativa tras descubrir el affaire del director con su hija Soon-Yi Previn. Es decir, entona la misma defensa que lo coloca como víctima de una ex manipuladora.
Sin embargo, la reciente serie documental de HBO, Allen v. Farrow, provoca un contraste nada favorecedor para el cineasta.
En la arrolladora Allen v. Farrow, Dylan y su madre detallan los supuestos abusos que tuvieron lugar en 1993 en el ático de la casa familiar, mientras desvelan datos prácticamente silenciados en los últimos años sobre la investigación. Como el hecho de que el reporte que Woody Allen lleva décadas mencionando como parte de su defensa fue desestimado por el mismo juez que llevó la demanda por la custodia (cuando Allen demandó a Farrow pidiendo la custodia de Dylan, Moses y Satchel) tachándolo de ser “poco creíble”. En aquel entonces, el juez sentenció que “su comportamiento contra Dylan era asquerosamente inapropiado”, mientras pedía que se tomaran medidas para protegerla.
La serie también detalla un manejo dudoso de la información por parte de los trabajadores sociales y el hecho de que el fiscal que llevaba el caso desestimó acusar a Allen únicamente por proteger a Dylan. El propio fiscal aparece en la serie explicándole a la hija de Farrow que decidió no seguir adelante con la única intención de protegerla del acoso mediático y las entrevistas de los servicios sociales, después de haber realizado decenas de ellas con tan solo 7 años. En resumen, Allen v. Farrow es una serie que pinta un retrato demoledor sobre el director, señalando una campaña manipuladora por proteger su imagen y una industria que lo protegió a pesar de la duda.
Y ahora, a pocas semanas del estreno del capítulo final de la serie, Paramount Plus emitió en EE.UU. una entrevista que el director concedió a CBS News el pasado verano, pero que la cadena estaría guardando para darle salida a consecuencia de la serie.
En dicha entrevista, Woody Allen niega las acusaciones de abuso que Dylan Farrow mantiene en su contra, repitiendo que fue el testimonio de una niña manipulada por una madre enfadada por la ruptura de la relación. Recodemos que el director y Mia Farrow mantuvieron un noviazgo de 12 años, teniendo un hijo en común, Ronan, mientras el director adoptaba también a Dylan y Moses. Pero en 1992, Mia descubrió que Allen estaba manteniendo un romance con su hija, Soon-Yi, con quien contrajo matrimonio cinco años más tarde.
«Es tan absurdo, y sin embargo, la difamación ha permanecido y todavía prefieren aferrarse, si no a la noción de que abusé de Dylan, sino a la posibilidad de que la haya abusado«, dijo Allen en la entrevista (vía Variety). «Nada de lo que hice con Dylan en mi vida podría malinterpretarse como eso».
«A primera vista, no tenía lógica«, añadió Allen sobre las acusaciones de Dylan Farrow, mientras minimiza su relación con Mia. “Nunca viví con Mia, nunca dormí en la casa de Mia en todos los años que salí con ella. Teníamos una relación, pero nunca iba a ser una relación matrimonial». Sin embargo, sus palabras contrastan por completo con las imágenes y testimonios que vimos en la serie documental. En Allen v. Farrow, Mia otorga fotografías y videos caseros de aquellos años que demuestran la implicación paternal que Allen terminó teniendo con los hijos de la actriz. Si bien se confirma que mantenían vidas paralelas -el director vivía en su apartamento de soltero en Manhattan- su presencia e influencia paterna resulta incuestionable. Sobre todo en su relación con Dylan, que en el documental muchos testigos tachan de obsesiva, y con Moses.
Al hablar de los orígenes de su relación con Soon-Yi, el director de Medianoche en París detalla que la noticia se dio a conocer “antes de que estuvieran preparados” para que saliera a la luz. Y es que todo explotó después de que Mia encontrara fotos explícitas de su hija en un cajón del director. No obstante, y haciendo hincapié en el contraste que otorga la serie, en Allen v. Farrow se cuestiona que la relación podría en realidad haber comenzado cuando Soon-Yi aún estaba en secundaria.
A su vez, aquellos que vimos la serie de HBO fuimos testigos de una pieza documental que cuestiona el papel mediático que cumplió Woody Allen en el escándalo, analizando la posibilidad de que se trate de una retórica misógina que recurre al auto victimismo, a raíz de tachar a Mia Farrow de mujer manipuladora. Mientras tanto, él siguió haciendo películas y siendo venerado en Hollywood y ella se ganaba la vida haciendo largometrajes en otros países.
El relato de Dylan, y su ferviente necesidad de que su voz tenga la misma validez que la de su padre, no deja a nadie indiferente y hace que la nueva entrevista de Woody Allen mantenga un símbolo de interrogación que años atrás pocos habrían dudado. Sobre todo porque la serie muestra a un Woody Allen dispuesto a jugar el juego mediático en los 90s, dando entrevistas y ruedas de prensa atacando a Mia Farrow y dejando a Dylan en un segundo plano. Y en su nueva entrevista, Allen en cierto modo confirma esta visión fría al no mostrar empatía o remordimiento ante el dolor sufrido por su hija. Porque más allá de la duda, no dejaba de ser una niña de 7 años que pasó toda su vida siendo cuestionada y dudada por el mundo.
Al hablar de Dylan, el director insiste en que fue coaccionada a imaginar el abuso. “Era una buena niña. Creo que lo piensa. No creo que se lo esté inventando. No está mintiendo. Creo que ella se lo cree” añadía el director. Sin embargo, la serie incluye numerosos testigos que explican la extraña relación que Allen habría supuestamente tenido con Dylan siendo pequeña, persiguiéndola constantemente o pidiéndole que duerma con él en la misma cama.
Según él, una prueba de su inocencia es que le permitieron adoptar a dos niñas con su esposa. “No dan dos niñas bebés a alguien si creen que es un pedófilo” sentencia.
Por último, el cineasta también tiene palabras para todos los detractores famosos que se han arrepentido públicamente de trabajar en sus películas. “Tienen buenas intenciones pero son tontos. Todo lo que están haciendo es perseguir a una persona perfectamente inocente, están permitiendo la mentira”.
En resumen, el doloroso y emotivo retrato que hace Dylan y Mia en la serie, y todos los detalles que aportan, contrastan enormemente con el distanciamiento que Allen parece mantener ante el sufrimiento de Dylan a lo largo de los años. Al menos, públicamente.
Fuente: Yahoo Noticias